Martes, 14:15h. Suena mi móvil.
– ¿Sí? (lo reconozco, yo soy de las que contesta con un «¿si?». Lo del «diga» o «dígame» no me sale).
– ¿La señora Unamás?
– Hola, le llamo de su aseguradora. En primer lugar queríamos agradecerle su confianza en nuestra compañía durante tantos años y presentarle un nuevo producto exclusivo para mujeres (y mi subconsciente dice «uy»). Se trata de una nueva cobertura en caso de accidente, ya sea de tráfico o laboral… no se qué, no se qué, no se qué…. 2.000 euros (joé, se me van a quemar las patatas)…
– si… bueno… en este caso sí. Pero déjeme terminar de contarle… porque también le cubriría en caso de ser diagnosticada de cáncer.
– glups. Vaya. Tierra trágame.
– [Risas]. Uy, me parece que esto no te lo esperabas.
– Comprendo. Es que… claro… en ese caso el servicio no es activable… (aquí habla su «yo» comercial) ¿Ahora cómo carajo termino esta llamada?
– Ay, pobre. De verdad, no te quedes con mal rollo que no es el caso.
– jajajajajaja bueno, si tienes que rellenar la parte «observaciones» del cuestionario creo que lo mejor sería que pusieras «¡Bingo!»
Si es verdad eso que dicen de que cuando hablan de uno te pitan los oídos, me parece que hoy me van a pitar durante un ratico.
Y encima teniendo que dar ánimos…manda hueeeeee…
Pero que majica eres
Un beo
menos mal que le tocaste tú, que eres así, la bomba…
Yo también contesto con un «si?»…. ¿seremos gemelas separadas al nacer o algo? jajajaja
Ups
se me ha ido el deo y he puesto un beo
Quería decir un beso, que digo uno, te mando ciento
A Caro, otra compañera de Barcelona le pasó lo mismo. Cuando me lo contó no me lo podía creer! la cara de la operadora pa verla!